mayo 28, 2010

Desperté

Desperté. Por fin mis ojos volvieron a abrirse y miraron de nuevo las calles, llenas de melancolía, por supuesto. Y miraron el horizonte perderse allá donde se oculta el sol. Ese sol que da paso a la noche con su manto de estrellas que se pierden entre nubes de smog y las pisadas de la gente que siempre lleva prisa. Y miré las avenidas y los parques y los autos y las coladeras y el cemento y la lluvia y la luna que brillaba con la luz robada del sol, otra vez.

Y recorrí senderos insospechados, temeroso, sediento, cansado. Y llegué ahí. Justo donde estabas tú. Y pude mirarte. Y sentí coraje. Y sentí rabia. Y sentí miedo. Y mis ojos que no podían verte ahora no querían hacerlo. Y quise salir corriendo a buscar cualquier ácido para cegarme, y clave mis dedos para sacarme los ojos y perder para siempre mi vista. No quiero ver, no quiero sentir eso que me provoca la mirada. Y deje de ver de nuevo. Y me perdí de las sonrisas de las personas, de las luces de la ciudad, de las gotas de lluvia que parecen pequeñas caritas de ángeles cayéndonos del cielo, y perdí tu imagen pudriéndose en el basurero, hasta que volví a dormir...

Pero al otro día, desperté.

2 comentarios:

Jova dijo...

Hay cosas que no se pueden ver con los ojos, porque se sienten, asi que aunque te los saques seguirás teniendo la misma pesadilla.una y otra vez.

Ada Medina. dijo...

Una pregunta...
¿Puede ser considerada bella la primer vision de tus ojos cuando estos estuvieron cerrados por mucho tiempo,asi hayan sido esenas dolosas?
Me gusta tu escrito,yo tambien quisiera un dia de estos habrir los ojos asi como lo hiso tu personaje y enterarme de lo que me habia perdido.

Hades.